Algunas cosas, si se dicen bajito,
no son escuchadas por nadie,
yo no puedo hablar bajito ni alto,
esto es un blog no mi voz.
Tengo miedo,
aferrado a la garganta, un nudo que no consigo tragar.
El corazón se me arruga como una manzanita
que lleva demasiado tiempo al sol.
La vista acuosa.
Se me enreda el pelo en pensamientos.
Tener miedo es humano,
y bajo la coraza de fuerza y sonrisas,
mi voz tiembla y mis manos se derrumban.
Tengo miedo de decir en voz muy alta
que tengo miedo,
por si el miedo me oye y se acerca.
Él está a mi lado todo el rato,
pero seré yo en última instancia quien pase el trago.
Y otras personas, que siempre pensé que no perdería, no sé donde están.
Hecate, ¿te digo algo bajito?
Tengo miedo...