Gracias.
Gracias por el sol y la lluvia.
Gracias por la tierra que nos sostiene.
Gracias por la vida y la muerte.
Gracias por la existencia que se desvela en las finas hebras de las telas de araña,
Gracias por las palabras, por lo que se dice y se calla.
Gracias por los silencios, buscados o impuestos.
Gracias por los segundos, los minutos y las horas.
Gracias por los ciclos que se suceden.
Gracias por la salud y la enfermedad.
Gracias por la comprensión y el no entender.
Gracias por las personas que nos acompañan, por las que perdimos y las que vendrán.
Gracias por las lecciones, duras o dulces.
Gracias por las risas, el llanto incontrolado y las mejillas encendidas.
Gracias por la completa desesperación y los momentos de calma.
Gracias por el viento y las nubes que descargan.
Gracias por las noches de Luna, llena o nueva.
Gracias por las puertas que se abren y se cierran.
Gracias por las verdades y las mentiras.
Gracias por los lugares añorados y nunca pisados.
Gracias por el café al despertar.
Gracias por los colores y las sombras.
Gracias por las cosas que no me agradan.
Gracias por las cosas que me encantan.
Gracias por los cuentos, las leyendas y las historias.
Gracias por los cantos de los grillos.
Gracias por las mareas y las olas.
Gracias por los bosques y los caminos.
Gracias por los pies fríos y descalzos.
Gracias.