El Dios está ausente.
Sus hojas, caídas, están amontonadas.
Y todo está desierto.
Hace unos años, Tisa, me dijo algo que no puedo dejar de pensar.
La verdad es que hay una serie de frases pronunciadas
por otros que siempre me persiguen.
Cuando me meto en la cama,
justo antes de dormir,
escucho esas voces en mi cabeza.
Nunca en el mismo orden,
no todas las noches,
pero es parte de mí.
No puedo olvidar la voz de Tisa,
muy dentro de mi cabeza repetir:
tu mundo me agota.
En la oscuridad y el frío de cualquier noche,
mi cabeza me atormenta,
y oigo una a una las palabras que nunca puedo olvidar,
que otros pronunciaron para mí.
tu mundo me agota.
sal de mi vida.
nadie, en serio, nadie que esté bien querría sacarte de su vida. (Llamas)
luego, la gente te llama pra que salgas de su vida. (Nacho)
eres venenosa, tía, te hicieron con la manzana de BlancaNieves. (Llamas)
Anam- Cara. (Dawa)
eso es un sentimiento, y tú no tienes sentimientos.
no olvides sonreir mañana. (Llamas, vale está fue un SMS pero no lo olvido).
eso gané con perderte.

No voy a despertarme porque salga el sol,
soy aquello que ves, nada más,
nada menos.